Bienvenidos al blog del Grupo Joven de la Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad, de la Vera Cruz y de San Cristóbal de Villarrubia de los Ojos. Esta herramienta virtual pretende ser el reflejo del emprendimiento personal que un grupo de jóvenes de la Hermandad de "los blancos" ha querido llevar a cabo para colaborar en estrecha unión con nuestra cofradía. A través de esta página queremos, además, haceros partícipes de todos los proyectos e iniciativas que nuestra Hermandad desarrolla o quiere poner en marcha en un futuro próximo, así como diferentes actos relacionados con la Semana Santa de Villarrubia, declarada de Interés Turístico Regional desde 2014, y la religiosidad del municipio. Ante cualquier duda, queja o sugerencia, podéis dirigiros a la siguiente dirección de e-mail: grupojovensoledadyvera-cruz@hotmail.es







miércoles, 26 de febrero de 2020

La Virgen de la Soledad, ataviada para el tiempo cuaresmal


La Virgen de la Soledad ya está vestida para este tiempo cuaresmal. Para la ocasión, como suele ser habitual, porta colores granates en la saya, adornada con fajín hebreo, tocado de color blanco y un manto en tonos azules de tela lisa. Además, lleva el aro de doce estrellas y el corazón la daga traspasándole.

Agradecemos a las camareras de la imagen su constante trabajo en intentar vestir lo mejor posible a Nuestra Titular, en especial a Resu, por cedernos esta imagen.

Sobre Cuaresma y cómo vivirla...


Llega la Cuaresma y en todos nosotros se empiezan a sentir cosas que, en ocasiones, parece que el resto del año las carecemos. Estamos acostumbrados a que cuando llega este tiempo, empecemos a hablar mucho más del mensaje de Cristo y en esto el Papa Francisco hace referencia continua y encarecidamente para que no olvidemos su Palabra.

Además, en el mensaje que Francisco ha enviado para esta Cuaresma 2020 hace referencia a la reconciliación con Dios para la conversión que ha de protagonizar la vida de cada uno de nosotros y la basa: en el amor al Misterio Pascual; la oración de corazón, cara a cara, y de misericordia; la conversación y diálogo con Dios veraz y sin obstáculos que nos dificulten el espacio cuaresmal; y, por último, una caridad que haga al hombre más humano, desprendiéndonos de la acumulación innecesaria, siendo partícipes de la construcción de un mundo más justo, sin egoísmos, y condenando las injusticias sociales que nos rodean y de las que a veces podamos ser partícipes.

Es un tiempo para hacernos una radiografía aún más real, cuestionándonos cada día y cada momento que vivimos y olvidarnos de las banalidades que nos enturbian la realidad.