La Hermandad de la Soledad celebra la octava del Corpus

Altar preparado para la Octava del Corpus 2012

La celebración de la fiesta del Corpus es para toda la Iglesia Católica uno de los momentos más importantes del calendario litúrgico. Uno de esos que se marcan con rojo. La Hermandad de la Soledad vive esta celebración de una forma muy activa y especial, como os contábamos en nuestra anterior publicación, pero también con miras a la siguiente semana. El pasado día 17 de junio, ocho días después de la celebración del Corpus, que fue el día 10,  nosotros, nuestro barrio, nuestros vecinos y hermanos, celebramos una nueva fiesta, la Octava del Corpus. 

La octava del Corpus fue establecida como fiesta por la Iglesia Católica en 1924, aunque posteriormente, en 1960, desapareció, para resurgir años después en algunos lugares de nuestro país. La celebración de una prolongación de las fiestas ocho días más tarde es una tradición judía que antiguamente se trasladaba a muchas más fiestas que el Corpus y que con el paso de los años se ha ido perdiendo. 

Si bien es cierto que no son muchas las localidades españolas que celebran esta festividad, la tradición en Villarrubia es más que reseñable. Desde hace décadas nuestros padres y abuelos nos cuentan cómo iban hasta la Iglesia de la Soledad para poder ver la pequeña procesión que se hacía en los aledaños de nuestra sede canónica, la Iglesia de la Soledad y que era una procesión de barrio diferente, con un encanto especial.  

Desde hace unos años, nuestra Hermandad ha querido impulsar especialmente la celebración de esta festividad, ya que forma parte de la historia de la Iglesia, de las raíces de nuestra localidad y constituye una de esas fechas marcadas con rojo en el calendario de la Cofradía de la Soledad. 

Detalle del altar colocado en nuestra Sede con la Virgen de la Piedad

Procesión de la Octava del Corpus barrio de la Soledad 2012

La procesión se acerca hasta el altar situado a las puertas de la Sede-Oratorio de nuestra Hermandad

Nuestra Hermandad colabora en la organización de esta procesión con la ayuda, indispensable, de los vecinos del barrio de la Soledad que nos ayudan adornando la calle y colocando pequeños altares en las puertas de sus casas. La Hermandad participa procesionando con nuestra estandarte mayor, decorando la calle con colgaduras, portando el palio que cubre al Señor y, sobre, todo con la preparación de un precioso altar en la entrada de nuestra Sede-Oratorio, donde el sacerdote se para unos minutos a orar a su paso por nuestra Casa de Hermandad. 

Este año, además, durante estos rezos varios hermanos y miembros de nuestro grupo joven lanzaban desde la ventana de la Sede una impresionante petalada, una lluvia de pétalos de rosa que volaron en torno al Santísimo Sacramento del altar. Una hiedra de más de 20 metros de longitud adornaba la fachada de la sede de la Soledad junto a varias colgaduras y a la imagen de la Virgen de la Piedad, que salía a recibir a su hijo en el Santísimo Sacramento a las puertas de su hogar.