En el pasado mes de octubre comenzaron las obras en la Ermita de San Cristóbal. Es una obra de restauración que ya resultaba necesaria, pues en los años anteriores se han modificado y embellecido tanto el exterior de la ermita, como los alrededores. Pero el interior no había sido retocado desde 1981, siendo, por tanto, la restauración de mayor envergadura de su interior desde su reconstrucción. La obra está siendo posible gracias a la colaboración del Excelentísimo Ayuntamiento de Villarrubia de los Ojos, por lo que estamos profundamente agradecidos y desde este blog queremos hacerles llegar el agradecimiento de todos los hermanos cofrades de la Hermandad.
La reforma del interior está siendo profunda. Se está remodelando el techo, ya que los palos que lo sustentaban están carcomidos. Además, otras obras son: sujeción del tejado, que corría riesgos de derrumbe, picado de las paredes, cuya humedad había causado estragos, construcción de cámaras de aire, elaboración de pilares de ladrillo viejo con el fin de embellecerla, construcción de una nueva hornacina para San Cristóbal, colocación de un nuevo suelo, construcción de una bóveda y colocación de unas nuevas puertas de entrada.
La ermita data del citado año 1575, del que se cree que los cimientos de ésta ya existían antes de esta fecha. A lo largo de los años, ha sido nuestra Cofradía la encargada de sus reconstrucciones, remodelaciones y sus cuidados. Tras la guerra civil española, también tuvo que realizarse una reconstrucción y la Hermandad se encargó de que volvieran los cultos litúrgicos a dicha ermita. En el año 1951 comenzaron las obras de reconstrucción de la ermita, gracias a donativos de hermanos y devotos. Como curiosidad, podemos exponer que se realizaron rifas y tómbolas en las ferias del pueblo; que la Hermandad de San Antón donó 1.000 pesetas y el Ayuntamiento 10.000. En este mismo año, fue cuando además del típico bateo, a la fiesta se le añadió la tradición del hornazo.
La ermita data del citado año 1575, del que se cree que los cimientos de ésta ya existían antes de esta fecha. A lo largo de los años, ha sido nuestra Cofradía la encargada de sus reconstrucciones, remodelaciones y sus cuidados. Tras la guerra civil española, también tuvo que realizarse una reconstrucción y la Hermandad se encargó de que volvieran los cultos litúrgicos a dicha ermita. En el año 1951 comenzaron las obras de reconstrucción de la ermita, gracias a donativos de hermanos y devotos. Como curiosidad, podemos exponer que se realizaron rifas y tómbolas en las ferias del pueblo; que la Hermandad de San Antón donó 1.000 pesetas y el Ayuntamiento 10.000. En este mismo año, fue cuando además del típico bateo, a la fiesta se le añadió la tradición del hornazo.
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