Cuando hablamos del dogma de la Inmaculada Concepción no sólo nos referimos a la concepción de Jesús. El dogma declara que María quedó preservada de toda mancha desde que fue concebida en el vientre de su madre, Santa. De ahí que en el Ave María recemos "llena eres de gracia", porque María está llena de gracia desde su concepción.
La Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María tiene una llamada para nosotros:
1- Nos llama a la purificación. Ser puros para que Jesús resida en nosotros
2-Nos llama a la consagración del Corazón de María, lugar seguro para alcanzar conocimiento perfecto de Cristo y camino seguro para llenarnos del Espíritu Santo.
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