Los cofrades miran al cielo

A falta de pocos días para que comience la Semana Santa, son muchos los cofrades, devotos y cristianos los que miran al cielo con preocupación ante la incertidumbre de que la meteorología pueda estropear los días más esperados del año por ellos, incertidumbre y desasosiego que aumentan teniendo en cuenta que el año pasado la lluvia afectaba a las procesiones de Jueves Santo y Viernes Santo.

A pesar de que las previsiones meteorológicas son todavía poco fiables, y habrá que esperar hasta el fin de semana para obtener los datos un poco más concretos respecto a la situación de jueves y viernes, ya podemos ir haciéndonos una idea aproximada del tiempo que disfrutaremos mañana, Viernes de Dolores y en la procesión del Domingo de Ramos. Para ello, no paramos de mirar las distintas páginas web relacionadas con la meteorología, como AEMET (Agencia Estatal de Meteorología, fuente oficial) o la página del meteorólogo José Antonio Maldonado eltiempo.es. En ambos portales, se informa, aproximadamente del mismo modo de que el Domingo de Ramos será un día soleado y agradable, con temperaturas que rondarán los 15 grados a mediodía,  con una probabilidad de precipitaciones de entre un 30 y un 45% que aumenta por la tarde-noche. Junto a estos dos portales de información metereológica, hay muchos más, aunque las informaciones varían bastante si los comparamos

Iglesia de la Soledad y Sede teñidas de blanco, 21/03/2012

Como puede comprobarse sin pinchamos en estos dos enlaces web, las predicciones no aparecen nada halagüeñas a medida que los días grandes de la Semana Santa se acercan, la probabilidad de que llueva va aumentando en porcentaje y podría interferir para el correcto desarrollo de los desfiles procesionales. Aun así, repetimos que una predicción hecha con más de tres días de antelación no es lo suficientemente fiable, por lo que  habrá que esperar a la próxima semana para tener una predicción mejor.

Desde que comenzara 2012 estamos viviendo un tiempo ciertamente inestable. A días de pleno invierno con temperaturas casi veraniegas, les seguían jornadas marcadas incluso por la nieve, como podemos ver en la foto tomada el día que empezaba precisamente la primavera. Lo cierto es que la climatología augura que un año marcado por la sequía más extrema puede tener una Semana Santa pasada por agua.