La Hermandad de la Soledad y la Vera-Cruz y su Grupo Joven, viven mañana, en medio de la celebración de la Natividad de Cristo, una de las jornadas más especiales de estas fechas. Mañana, día 27 de diciembre, se conmemora la festividad de San Juan Evangelista, patrón de la juventud cofrade, cuya imagen procesiona el Viernes Santo junto al misterio del Calvario en la procesión del Santo Entierro.
Decimos que se trata de una fecha marcada con rojo en el calendario, no sólo porque los más jóvenes de la Hermandad celebran la festividad de su patrón, sino porque además mañana se podrá venerar en la eucaristía la reliquia del Lignum Crucis, una astilla de la Cruz de Cristo. En España, la única que puede viajar por los diferentes templos sagrados es la que mañana se podrá venerar en la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción durante la Santa Misa. Dada la importancia del objeto que nos visita, la Sagrada Eucaristía estará presidida por el obispo de Ciudad Real, Don Antonio Algora. Este trozo de la Cruz de Cristo ha sido cedido a nuestra Hermandad por la Confraternidad de Hermandades de la Vera-Cruz de España, a la que pertenece nuestra Hermandad. La sede canónica donde suele estar depositada esta reliquia se encuentra en la la Iglesia de la Vera-Cruz de Palencia, aunque nuestra directiva tuvo que acudir a recogerla a Andalucía, de donde procedía en su itinerancia por toda la geografía española. Se trata de un hecho de suma importancia, ya que es la primera vez que una reliquia de este calibre está en la diócesis de Ciudad Real. Se han realizado en torno a esta visita actos con personas enfermas y con los niños de catequesis y confirmación para que sepan valorar la importancia de venerar este tipo de objetos. Durante la Santa Misa, que se celebrará a las 7.30 de la tarde, la reliquia estará depositada en el retablo, junto al Santísimo Sagrario.
Desde esta líneas invitamos a todos los cofrades y devotos a que acudan de forma especial a la eucaristía de mañana, para honrar no sólo la figura de San Juan Evangelista, sino también la mismísima Cruz donde Nuestro Señor Jesucristo entregó su vida por toda la humanidad.
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