Hoy, 13 de febrero, la Iglesia Católica celebra la fiesta del Miércoles de Ceniza que marca el inicio de la Cuaresma. La Cuaresma es tiempo de oración, ayuno y penitencia, donde los cristianos solo debemos hacer una comida fuerte al día, abstenernos de comer carne y orar no solo rezando a Dios, sino también escuchándole a través del evangelio. Sólo en la oración encontraremos el amor de Dios y la dulce y amorosa exigencia de su voluntad. Son cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.
Cuaresma finaliza el Domingo de Ramos cuando Jesús entra en Jerusalén. Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada. La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.
Este tiempo de Cuaresma será vivido con gran ánimo por nosotros, ya que este año se ha incrementado el número de componentes y esto hace vivir grandes experiencias con los más novatos y poder explicarles sentimientos que surgen y hacerles sentirlos. Mañana, 14 de febrero, jueves, se procederá el traslado de tronos desde el Guardapasos de la calle Macábil a nuestra Sede-Oratorio, donde éstos serán montados y se quedarán listos para comenzar los ensayos al día siguiente, 15 de febrero.
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