Siguiendo con las cartas que habitualmente se escriben en nuestro blog para las Semanas Santas, en esta ocasión contamos con las palabras de uno de los miembros de nuestro Grupo Joven, Iván Redondo, que desde hace más de cinco años lleva trabajando para nuestra Hermandad.
Desde estas líneas queremos agradecer sus palabras, su trabajo y su dedicación al frente de nuestro Grupo Joven durante estos años. Que la Virgen lo ilumine durante muchos años más y nos acompañe.
A continuación, os dejamos sus palabras:
"Una vez más nos encontramos aquí, para vivir una semana
llena de sentimientos que florecen en nuestro pecho cuando se va acercando el
momento de acompañar a nuestros pasos titulares, María Santísima de la Soledad,
María Santísima de los Dolores y el Cristo de la Vera Cruz.
Desde el Grupo Joven de la Hermandad estamos orgullosos de
poder participar en los actos que lleva a cabo nuestra Hermandad. No podemos
dejar sola a Nuestra querida Madre, debemos estar junto a Ella en todo momento
y seguirla como Ella hizo con Cristo hasta el Monte Calvario.
Somos un grupo de jóvenes que nunca se cansa de ayudar a la
Hermandad e intentamos transmitir a otros jóvenes nuestra pasión por la Semana
Santa. Desde aquí, queremos animaros a todos, en especial a los jóvenes, a
vivir la Semana Santa desde dentro. De igual modo, decirles a los jóvenes que
no solo estamos presentes en Semana Santa, no solo nuestra fe se vive en estos
días, sino que también a lo largo del año en otros muchos actos. Uno que
especialmente nos encanta es la festividad de San Juan Evangelista, nuestro
Patrón, y al que os animo a seguir su testimonio y su camino.
Quisiera pedirles una cosa a todos los hermanos de nuestra
Cofradía en esta Semana Santa: no olviden mirar a nuestras imágenes con el
respeto, la devoción y lo que simbolizan. Pero, en concreto, me gustaría que
mirasen fijamente a los ojos al nuevo Cristo de la Vera Cruz, por el cual he
sentido una gran devoción, esos ojos llenos de amor, a pesar de su agonizante
dolor sufrido por nuestra salvación. Ojalá en un futuro sea portado a hombros,
es un sueño que recorre mi interior desde el primer día que tuve la suerte de
poder mirarle a los ojos.
Un año más, espero veros a todos disfrutar de esta semana
tan sentida, tan amada, tan nuestra. Me gustaría despedirme dando las gracias a
las personas del Grupo Joven que me han ayudado, me han acogido y me han
enseñado tanto sobre la Semana Santa de mi pueblo. Todos y cada uno de nosotros
guiados por el amor hacia una Madre, la Madre de Cristo, la Madre de todos.
No quisiera centrar estas palabras exclusivamente
agradeciendo al Grupo Joven, porque esto es una Hermandad, donde todos somos o
deberíamos ser igual de importantes, hijos de un mismo Dios y de una misma Madre.
¡Qué paséis una feliz y sana Semana Santa!"
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