El Miércoles de Ceniza marca la preparación para la Semana Santa

Trasporte de los tronos desde el Guardapasos a la Sede-Oratorio

La jornada de hoy marca un antes y un después, el final de la fiesta de Carnaval y el comienzo de la Cuaresma, preparación para la Semana Grande de todos los cristianos.

El día de la Cuaresma llega 40 jornadas antes de la celebración del Domingo de Ramos, donde se rememora la entrada triunfal de nuestro Señor Jesucristo en Jerusalén, días antes de producirse su Pasión, Muerte y Resurrección. 

El miércoles de Ceniza comienza para los cristianos un periodo de ayuno y abstinencia. Ese sacrificio, que antiguamente se basaba en no tomar carnes, pues eran un alimento que denotaba poder y lujo, ahora simplemente se centra en renunciar a pequeños placeres alimenticios o materiales. Ser un poco más pobres de riqueza material, para conseguir enriquecer nuestra alma. 

El Miércoles de Ceniza se celebra con la asistencia a una eucaristía en la que nos confesamos y arrepentimos de nuestros pecados en un especial ejercicio de reflexión y en la que además el sacerdote práctica el ritual de imponer a los fieles la tradicional ceniza en la frente haciendo una forma de cruz, lo que simboliza que el día mañana moriremos físicamente y nos convertiremos en polvo.

Colocación de los pasos ya en la Sede-Oratorio

Además de su fuerte carácter simbólico y de preparación para el tiempo que viene, la jornada de hoy ha sido especialmente intensa para los miembros de nuestra Hermandad pues hoy tocaba el turno de preparar los tronos y tenerlos a punto para los ensayos de costaleros y costaleras que comenzarán el próximo fin de semana. Esta noche se ha producido la bajada de los pasos desde el Gardapasos hasta nuestra Sede-Oratorio.