Bienvenidos al blog del Grupo Joven de la Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad, de la Vera Cruz y de San Cristóbal de Villarrubia de los Ojos. Esta herramienta virtual pretende ser el reflejo del emprendimiento personal que un grupo de jóvenes de la Hermandad de "los blancos" ha querido llevar a cabo para colaborar en estrecha unión con nuestra cofradía. A través de esta página queremos, además, haceros partícipes de todos los proyectos e iniciativas que nuestra Hermandad desarrolla o quiere poner en marcha en un futuro próximo, así como diferentes actos relacionados con la Semana Santa de Villarrubia, declarada de Interés Turístico Regional desde 2014, y la religiosidad del municipio. Ante cualquier duda, queja o sugerencia, podéis dirigiros a la siguiente dirección de e-mail: grupojovensoledadyvera-cruz@hotmail.es







miércoles, 4 de abril de 2012

Entrevista con... Julia Sánchez-Crespo, costalera

Julia Sánchez-Crespo, o Julita, como la conoce todo el mundo, es costalera del paso de la Verónica en la Hermandad de la Soledad. Y no es costalera a secas, sino que lleva un apellido: veterana. Julita lleva portando el trono de la Verónica trece años, desde la primera procesión en que este misterio salió. Su vida ha cambiado, ha evolucionado, ella también. Ahora tiene negocio propio y empieza a formar su familia. Sin embargo su fervor por su hermandad y su pasión por portar cada semana de Pasión el trono de la Verónica permanecen intactos. Acudimos al centro de peluquería y belleza que tiene en Villarrubia, allí hablamos con ella de sus pasiones; la peluquería, su negocio, es su pasión, ser costalera y llevar a la Verónica en sus hombros también lo es.

Pregunta: Qué significa para ti ser costalera?
Respuesta: Para mí es un acto de fe a través del cual yo expreso mis sentimientos.
P: ¿Cuántos años llevas siendo costalera?
R: Pues desde que el paso empezó a procesionar, desde el principio. Con este son trece años años. Quitando, claro está, algunos años que no hemos podido salir a causa de la lluvia.
P: La eterna pregunta porque es el eterno problema ¿Cómo se lleva eso de que la lluvia estropee las procesiones?
R: Uf, pues fatal, llorando ¿qué te voy a decir?, El año pasado no salimos. Cayó una granizada enorme un rato antes de la procesión del Jueves y Santo y el tiempo no mejoró… no pudimos salir en ninguna de las procesiones. No sé cómo explicarlo pero se lleva fatal. Llevas mucho tiempo ensayando, cargando peso, haciendo esfuerzo, tragando nervios, incluso, pensando en que todo salga bien en el momento de la procesión, y luego nada.
P: ¿Y cómo surgió eso de ser costalera hace trece años, cuando no era tan normal que la mujer llevase un paso?
R: Para mí siempre lo fue, y me hubiese gustado que la Verónica hubiese procesionado desde el principio y que las chicas hubiéramos podido llevar paso de Semana Santa al mismo tiempo que los chicos, pero vamos, yo estoy muy contenta. Además, yo salí de costalera el primer año que salió la Verónica de casualidad. En principio ya había avisado a toda la gente que iba a llevar el paso, estaban todos “los palos” completos y en un ensayo una chica decidió que no salía. Así que cuando me avisaron yo me puse muy contenta. Entré muy alegre y con muchas ganas de empezar. Al principio, claro está, en el primer ensayo, pues entré con reparo porque tienes que empezar a conocer gente, pero aquellas  a las que entonces no conocía de nada, ahora son mis amigas y para mí este momento del año, de los ensayos, se convierte en algo muy especial.
P: Porque, Julita, formar parte de una hermandad, de un paso, hace que se formen lazos más allá de los estrictamente religiosos y fe.
R: Efectivamente, se generan amistades grandísimas que van mucho más allá de la Semana Santa. Yo, por ejemplo, invité a algunas de las costaleras con las que tengo mayor amistad a mi boda. Los ensayos se convierten en encuentros que van más allá del ensayo en sí. Nosotras, por ejemplo, solemos poner un bote y en algunos de los ensayos llevamos cosas para comer. Por ejemplo, la semana pasado hicimos un pan gigante que rellenamos de tomate con aceite y cebolla (una tradición ya, porque llevamos haciéndolo por lo menos tres años) y en este pasado comimos churros con chocolate. Siempre, en cada ensayo que suele durar unas dos horas, hacemos un descanso grande donde paramos y comemos algo, reponemos fuerzas y también socializamos. Por motivos de tradición nunca llevamos los viernes nada que contenga carne para comer, por supuesto.
P: ¿Qué tendría que pasar para que dejaras de ser costalera?
R: Pues, en principio, que me quedase embarazada… el año que estuviese embarazada no podría salir.  Y luego, por supuesto, por temas de salud. Si tuviese algún problema en la espalda que a mí me dificultase portar mi peso y estuviese cargándoselo a mis compañas dejaría de ir y cedería el puesto a otra que pudiese llevar el peso mejor.
P: Y en el primer supuesto, si te quedaras embarazada, ¿volverías al paso una vez tu bebé hubiera nacido y te hubieses recuperado?
R: Hombre, pues sabemos que hay costaleras que lo han hecho, por ejemplo, una compañera de nuestro palo, y yo creo que también lo haría porque me gusta mucho…
P: ¿Es como una especie de adicción?
R: Eso es,  de un año para otro dices antes de empezar el periodo de ensayos dices, -madre mía, qué cansada estoy- pero, cuando llega el momento no tiene nada que ver y miras atrás y piensas que antes te planteabas dejarlo y  dices, -si es que quiero seguir, me gusta demasiado-. Es que es un sentimiento tan grande… Además es que no son lo mismo los ensayos que cuando estás procesionando…  Es tan grande… que ni siquiera tienes cansancio. Nosotras salimos en dos procesiones (en la del Jueves Santo por la noche y en los encuentros), la primera acaba muy tarde y apenas dormimos para la segunda. Pero al día siguiente llegas con una energía y unas ganas de hacer los encuentros, que ni siquiera notas el cansancio, no te cuesta nada. Es un sentimiento muy grande, muy difícil de explicar con palabras.
P: Más allá de ser costalera, ¿qué significa para ti la Semana Santa?
R: La Semana Santa  para mí significa el estar con los demás y el darnos cuenta de que hay que ser mejor persona.
P: ¿Qué significa para ti la Hermandad de la Soledad?
R: Pues mucho, es muy importante para mí. Es muy curioso porque nadie de mi familia es de esta hermandad y yo a los 14 años tomé la decisión de ser de los blancos y de ahí, después fui costalera. En especial, siento mucha devoción por el paso de la Virgen de los Dolores.
P: Julia, pues no te entretengo más, que tienes jaleo en la peluquería. Muchas gracias.
R: Gracias a ti.

2 comentarios:

  1. Ya se acerca los momentos de nervios y miedo a que no pueda salir la procesión. Ahora mismo, llueve. Pero esperemos que estas semanas y meses de trabajo no queden en vano y nos dejen salir de nazarenos a las 3 cofradías a la calle.

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  2. Finalmente, y no sin incertidumbre, hemos podido salir en todas las procesiones. Gracias por tu comentario y por volcar tus pensamientos en nuestro blog en mitad de nuestra Semana Grande.

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