Bienvenidos al blog del Grupo Joven de la Real, Servita y Franciscana Hermandad de la Soledad, de la Vera Cruz y de San Cristóbal de Villarrubia de los Ojos. Esta herramienta virtual pretende ser el reflejo del emprendimiento personal que un grupo de jóvenes de la Hermandad de "los blancos" ha querido llevar a cabo para colaborar en estrecha unión con nuestra cofradía. A través de esta página queremos, además, haceros partícipes de todos los proyectos e iniciativas que nuestra Hermandad desarrolla o quiere poner en marcha en un futuro próximo, así como diferentes actos relacionados con la Semana Santa de Villarrubia, declarada de Interés Turístico Regional desde 2014, y la religiosidad del municipio. Ante cualquier duda, queja o sugerencia, podéis dirigiros a la siguiente dirección de e-mail: grupojovensoledadyvera-cruz@hotmail.es







miércoles, 6 de febrero de 2013

El don de la Fraternidad: la alegría de ser Hermanos

El pasado día 3 de febrero, domingo, la Fraternidad de San Francisco de Asís, Nuestra Señora de la Soledad y Santa Isabel de Hungría, de Villarrubia de los Ojos (Ciudad Real) vivía una jornada de fiesta.

Como la mies es mucha, el Señor enviaba nuevos obreros. 17 nuevos hermanos hacían su profesión en la Orden Franciscana Seglar y otros 5 hacían el rito de admisión. Una jornada festiva, sin duda, pues el Señor enriquecía nuestra Fraternidad con la llegada de estos nuevos hermanos, cuyas edades oscilan entre los 24 años de la más joven a los 70 de la mayor: Juliana, Julio, Julia, Jesús, María del Carmen, María de la Sierra, Mario, Encarnación, Felicia, Engracia, María Victoria, Juliana, Ángela, Ascensión, Mari Carmen, Tomás, María Isabel, Juli, Violeta, David, Jesús y Rocío.
  
 El acto de la profesión y del rito de admisión estuvo encuadrado, como no podía ser de otro modo, en el marco de la Eucaristía, la fuente de vida de todos los cristianos y, por tanto, fuente que calma la sed de los franciscanos seglares. Dicha Eucaristía, bajo la atenta mirada de Nuestra Madre, la Santísima Virgen de la Soledad, de San Francisco, Santa Clara y Santa Isabel de Hungría, estuvo presidida por don Jesús García Sosa, sacerdote natural de la localidad, cuya madre profesaba en la ceremonia, y que, evidentemente, no quiso perderse tal evento, y concelebrada por nuestro Asistente Espiritual, el Padre José Álvarez Alonso, Religioso Franciscano del Convento de San Francisco de Alcázar de San Juan, al que agradecimos de corazón su presencia, pues recientemente había sido sometido a una dura prueba médica en los ojos y a una operación quirúrgica, pero que no quiso perderse este momento tan importante para la vida de nuestra Fraternidad, que también lo es suya.



La ceremonia dio comienzo a las 10.30 horas, en la iglesia de la Soledad (Monasterio de Monjas Clarisas, sede de la Fraternidad). En la homilía el sacerdote tuvo palabras de ánimo y aliento para nuestro vivir cristiano según la Regla franciscana y exhortó en todo momento a llevar el Evangelio allá por donde fuésemos. La Misa estuvo preparada por los Hermanos de la Fraternidad (moniciones, lecturas, peticiones, ofrendas…) quienes arroparon con su presencia el comienzo de la nueva andadura de los nuevos miembros, en una iglesia de la Soledad repleta, que tuvo que abrir sus puertas porque no cabía la gente dentro de ella. Así mismo, nuestras Hermanas Clarisas estuvieron también acompañándonos con su presencia física y con sus cantos. 
Tras la comunión, el Padre José Álvarez, animó a los nuevos hermanos, los felicitó e hizo extensiva esta felicitación a toda la Fraternidad, agradeciendo a Dios y a nuestro Padre San Francisco el don de la vocación franciscana que ha prendido en este pueblo.



Por último, se dio a besar la del Reliquia del Lignum Crucis, unas astillas de la Cruz de Cristo que llegaron a la localidad de manera temporal gracias a nuestra hermandad, muy unida a la Fraternidad Franciscana, y que, gustosamente, fue cedida para esta ocasión por la Hermandad. Así la verdadera Cruz de Cristo, el Cristo pobre y crucificado al que seguía Francisco, también estuvo presente en este paso dentro de la vida franciscana de nuestros nuevos hermanos que, como Francisco, han dado su sí a Cristo, pobre y crucificado. 
Además, el pasado día 13 de enero la Reliquia de Lignum Crucis estuvo presente también en la Capilla de la Paz, donde se congregaron decenas de hermanos fieles que también pudieron venerar esta Reliquia de Primer Grado.


Desde aquí gritamos, como nuestro Padre San Francisco: “¡El Señor me dio hermanos!” Damos las gracias al Padre porque no deja de enviar obreros a la mies. Que Cristo y San Francisco sigan enriqueciendo cada día el don de su vocación.


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