El pasado domingo, el Grupo Joven vivió uno de los momentos más especiales de su trayectoria: San Juan Evangelista es nombrado patrón del Grupo Joven y de la juventud cofrade villarrubiera.
En este sencillo acto, se realizó una oración sobre la importancia de la cruz desde los ojos de María, ya que nuestra Cofradía es realmente mariana. En esta oración, comentamos las diferentes tipos de cruces que cargamos con Jesucristo, siempre delante, a lo largo de nuestra vida.
Al acto acudió don Isidro, sacerdote de la Parroquia de Nuestra Señora de la Asunción, el cual dedicó unas palabras hacia la importancia del símbolo de la cruz. También leyó el evangelio según San Juan, que dice lo siguiente: "Junto a la cruz de Jesús, estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y cerca al discípulo que tanto quería, dijo a su madre: <<Mujer, ahí tienes a tu hijo>>. Luego dijo al discípulo: <<Ahí tienes a tu madre>>. Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa" (Jn 19, 25-27).
La escena es realmente conmovedora y emocionante. Como una madre presencia la ejecución de su hijo. Sin embargo, María está cercana de Jesús hasta sus últimos momentos. Lo acompañó y cuidó, siguió sus pasos y enseñanzas.
Al principio del acto leímos una oración de Cuaresma "María al pie de la Cruz" que a continuación os dejamos:
¡Oh Cruz fiel, árbol único en nobleza!
Al principio del acto leímos una oración de Cuaresma "María al pie de la Cruz" que a continuación os dejamos:
¡Oh Cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto.
¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol
donde la Vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!
Cantemos la nobleza de esta guerra,
el triunfo de la sangre y del madero;
y un Redentor, que en trance de Cordero,
sacrificado en cruz, salvó la tierra.
Dolido mi Señor por el pecado de Adán,
que mordió muerte en la manzana,
otro árbol señaló, de flor humana,
que reparase el daño paso a paso.
Y así dijo el Señor: "¡Vuelva la Vida,
y que el Amor redima la condena!"
La gracia está en el fondo de la pena,
y la salud naciendo de la herida.
En plenitud de vida y de sendero,
dio el paso hacia la muerte porque él quiso.
Mirad de par en par el paraíso
abierto por la fuerza de un Cordero.
Vinagre y sed la boca, apenas gime;
y, al golpe de los clavos la lanza,
un mar de sangre fluye, inunda, avanza
por tierra, mar y cielo, y los redime.
Ablándate, madero, tronco abrupto
de duro corazón y fibra inerte;
doblégate a este peso y esta muerte
que cuelga de tus ramas como un fruto.
Tú, solo entre los árboles, crecido
para tender a Cristo en tu regazo;
tú, el arca que nos salva; tú, el abrazo
de Dios con los verdugos del Ungido.
Al Dios de los designios de la historia,
que es Padre, Hijo y Espíritu, alabanza;
al que en la cruz devuelve la esperanza
de toda salvación honor y gloria. Amén.
Una vez finalizada la oración, se procedió al nombramiento de San Juan Evangelista como patrono del Grupo Joven donde primero habló el Hermano Mayor de la Cofradía, don Jesús Manuel Plana Morales. Tras él, dio unas palabras de agradecimiento y de ilusión por seguir manteniendo este ritmo como grupo el presidente del Grupo Joven, don José Ángel Banegas Banegas. El Grupo Joven, representado en dos miembros más, procedió a regalar un cuadro de agradecimiento a la Hermandad y donde da constancia de dicho acto; y la túnica y el fajín adquirido el año pasado para que San Juan vista con él en Semana Santa a las camareras del Misterio de la Vera Cruz. Cuando finalizó la entrega, entre aplausos, se inció el Solemne Besapiés al Cristo de la Vera Cruz, donde decenas de personas pudieron acercarse a las imágenes del Misterio y orarles. A continuación, os dejamos una fotografías tomadas y cedidas por Antonio ("Villarrubia Ojos del Guadiana" en Facebook), al cual agradecemos su colaboración y trabajo por mostrar la información de nuestra Semana Santa y nuestro pueblo a través de fotografías.
"Madre y Señora nuestra, que permaneciste firme en la fe, unida a la Pasión de tu Hijo: al concluir esta oración, ponemos en ti nuestra mirada y nuestro corazón. Aunque no somos dignos, te acogemos en nuestra casa, como hizo el apóstol San Juan, y te recibimos como Madre nuestra. Te acompañamos en tu soledad y te ofrecemos nuestra compañía para seguir sosteniendo el dolor de tantos hermanos nuestros que completan en su carne lo que falta a la Pasión de Cristo, por su cuerpo, que es la Iglesia. Míralos con amor de madre, enjuga sus lágrimas, sana sus heridas y acrecienta su esperanza, para que experimenten siempre que la Cruz es el camino hacia la gloria, y la Pasión, el preludio de la Resurrección".
Esta frase pertenece a Benedicto XVI en la Oración final del Vía Crucis de la JMJ de Madrid 2011. Con ella queríamos terminar esta entrada.
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